En el corazón de la filosofía y las actividades de Rolex reside una visión a largo plazo. El concepto de sostenibilidad siempre ha sentado los cimientos del desarrollo de la marca: ofrecer relojes atemporales y duraderos creados para perdurar, a la vez que se compromete con las generaciones futuras mediante varias colaboraciones, iniciativas y medidas.
Este enfoque refleja la filosofía «Perpetual» que ha impulsado a la empresa desde su creación. Una filosofía que reúne las destrezas de muchos y requiere un arduo trabajo, día tras día, año tras año. Es una labor exigente y rigurosa. La constante búsqueda de la excelencia de Rolex.
Desde 1905 Rolex ha mantenido la visión fundadora de su creador, Hans Wilsdorf, quien vio el reloj de pulsera como un objeto del futuro, emblema de la era moderna. Hans Wilsdorf revolucionó el mundo de la relojería, superando tres importantes desafíos: fabricar movimientos pequeños pero precisos, desarrollar una caja robusta y hermética para proteger los movimientos de factores externos, y por último, equipar al reloj con un sistema de cuerda automática que ofrezca al usuario una gran comodidad de uso a diario.
En sus esferas aparece la palabra «Superlative» (superlativo). Esta denominación confirma que cada reloj que sale de los talleres de la manufactura ha superado una serie de pruebas especialmente exigentes llevadas a cabo por Rolex en sus laboratorios internos y con arreglo a sus propios criterios, muy específicos. Estas pruebas no solo se efectúan al calibre, sino al conjunto del reloj, una vez encajado el movimiento, con el fin de garantizar su rendimiento superlativo en la muñeca en materia de precisión cronométrica, hermeticidad, cuerda automática y reserva de marcha.
Mimi Joyería forma parte de nuestra red mundial de relojeros formados por Rolex. El procedimiento de mantenimiento de Rolex está diseñado para garantizar que todas y cada una de las piezas que abandonan un taller Rolex cumplan con sus especificaciones estéticas y funcionales originales.
El rendimiento excepcional se hizo posible gracias al esfuerzo humano e industrial constante, basado en un permanente cuestionamiento de lo que se ha aprendido y la constante mejora de técnicas, herramientas y pruebas. Esta innovación es inherente a la marca, como lo demuestran las más de 600 solicitudes de patentes presentadas por Rolex desde su creación.
Al integrar progresivamente todas las áreas del savoir faire relojero en su manufactura, Rolex es capaz de imponer sus propias reglas y perpetuar su búsqueda de la excelencia. La elección de autonomía ha conformado la identidad de la marca, que vive en la encrucijada de la noble tradición y la tecnología vanguardista. Esto se traduce en sus cuatro sedes de fabricación, todas situadas en Suiza, donde reúnen a más de 9000 colaboradores.
Los relojes Rolex son creados a partir de las mejores materias primas y montados con escrupulosa minuciosidad. Cada componente es diseñado, desarrollado y fabricado, cumpliendo los estándares más estrictos.